¿Cómo funciona?
Las cotizaciones que paga la empresa se abonan a un corredor designado por su aseguradora, que cubre sus riesgos de daños. Estas cotizaciones se componen de varias partes: la comisión pagada al corredor, el margen y el impuesto sobre el seguro. Varían en función del tipo de vehículo utilizado. Para una indemnización idéntica (1700 euros de media), las cotizaciones del seguro clásico serán de 2866 euros frente a los 1920 euros del autoseguro.
Por lo tanto, es preferible optar por el autoseguro, ya que la relación coste/cuota de distribución es mucho menor. El autoseguro permite una ganancia del 33% en comparación con el seguro.